Mudarse de un país a otro, cruzar el charco como dicen por ahí, no es para los débiles, pero si estás dispuesto a un poco de aventura y shock cultural, a un poco de risas combinadas con topes de cabeza, la recompensa de hacer Aliyah es poder llamar a este loco país en donde los valores están en el lugar correcto, en donde un extraño no duda en ayudarte, en donde tus amigos se convierten en hermanos, y en donde el corazón se te llena de orgullo, tu hogar. En este podcast te contaremos nuestras aventuras, nuestros triunfos y fracasos, y nuestras experiencias de Aliyah.

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