“Cuando emprendas tu viaje a Ítaca, pide que el camino sea largo, lleno de aventuras. Ni temas ni a cíclopes ni a lestrigones. No los hallarás en el camino si tu pensar es elevado. Pide que sean muchas las islas en las que recalar. Empápate de sus tesoros. Mas no apresures el viaje, mejor que dure muchos años y llegar viejo y enriquecido por el camino, hasta Ítaca…¨ Existen personas en nuestra vida que dan ejemplo de como realizar ese viaje a Ítaca. Con alegría, aprendiendo diariamente de cada paso, esfuerzo, dificultad o sonrisa que nos hallemos. Son seres extraordinarios que con su “espejo”
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